sábado, octubre 26, 2013

SEVILLANAS ANTOLÓGICAS (XIV)

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YO SOY DONANTE SEÑORA.- Ya hablé de esta sevillana y les dejé enlace de la misma en un escrito anterior titulado “Cómo canta Sevila”. Pero como este blog se vuelve cada vez más grande y es probable, querido lector que se encuentra usted ahora mismo en este punto, que haya entrado aquí por un enlace y no tenga ninguna intención de leer más artículos, se la vuelvo a dejar.




Para mi gusto, estamos ante una de las mejores sevillanas del Pali, pese a no ser tan conocida como otras. Compruébenlo ustedes.

¡ Lanza tu perfume al viento, que vamos a entrar en la Campana!




REMEMBRANZAS DE LA ALAMEDA.- La Alameda de Hércules es un tema que el Pali trató con profusión en su discografía. Yo no conocí aquella Alameda que el Pali sí conoció y por tanto sólo puedo hablar de oídas y por referencias de gente que si vivió aquella época. La Alameda de Hércules en los años anteriores a la guerra civil era el barrio chino de Sevilla, pero al parecer un barrio chino de una capital importante en los 20 y 30 no tenía nada que ver con los barrios chinos posteriores a la guerra, que por la prohibición de ejercer la prostitución se convirtieron en entramados de callejuelas sórdidas.



Según parece, la Alameda de los años 20 y 30 era un hervidero de gente, especialmente en las noches de verano, ya que a lo largo de ella se repartían quioscos de bebidas y tablaos múltiples sobre los que se desarrollaba algún tipo de espectáculo. Es de suponer que este escenario alegre y bullicioso se completaba con la oferta de sexo en las callejuelas adyacentes.

Pues bien, esta Alameda es la que el Pali adoraba y recordaba con especial nostalgia tal y como dejó bien expresado en muchas de sus sevillanas. En ésta que nos ocupa hace honores también a la Plaza de la calle Feria y a la muralla de la Macarena

Como en prácticamente toda la producción del Pali la música se debe a Federico Alonso Pernía y la letra al mismo Pali.



LA BUENA GENTE.- Continuamos el repaso de las sevillanas antológicas de 1976 con ésta de Amigos de Gines, muy conocida.

Eso de ser buena gente no se compra con dinero, quien nace con esa suerte...¡ Ese va derecho al cielo !



Su autoría se debe a un triunvirato grandioso; Gabriel Hurtado, Manuel García y Manuel Garrido. Ahí es nada. Los dos últimos estaban en su pleno apogeo, y acababan de darle vida el año anterior a la sevillana del adiós, como ya hemos visto anteriormente la mítica entre las míticas.



EL FANDANGO Y LA JARANA.- Esta sevillana de Los hermanos Reyes de 1.976 fue una de la más oídas no solamente en aquel año sino también durante toda la década de los 80.



Antonio Rodríguez Ferrera fue su autor y es una de las sevillanas más significativas de los Reyes, de corte desenfadado y que nos dice cómo se cantan las sevillanas: Como se sienten

Yo, es que con la voz de Diego se me cae la baba. Espero que comprendan por qué. Aquí se la dejo.

 

EL ÚLTIMO ADIOS. El año 1.976 fue un buen año para los Hermanos Reyes, ya que fueron varias las sevillanas que gozaron del fervor popular.

Esta sevillana, aunque menos conocida a nivel popular que el fandango y la jarana es una sevillana de corte profundo, especialmente apreciada y muy conocida por los rocieros, ya que habla de la tristeza que sienten al tener que despedirse de la Señora la tarde del lunes de Pentecostés antes de iniciar el regreso así como durante el camino de vuelta.

Su autor también es Antonio Rodríguez Ferrera, quien como venimos viendo, dio vida a sevillanas realmente preciosas.


 


PARA HABLAR DE ANDALUCÍA.- Tema de Los choqueros, de gran popularidad en su día y actualmente rescatado por muchos grupos que lo han reeditado.





Reinvidicación del orgullo andaluz, del que tanto se ha cantado posteriormente en las sevillanas. 

Esta sevillana es muy bonita. No se la pierda.

 



REQUIEBROS.- Pista 1 del disco de 1.976 de Los romeros de la Puebla.

Giralda de Sevilla, mantilla, Torre del Oro, donde los maletillas, mantilla, juegan al toro.



Sevillana muy popular en su momento, con Letra de Juan de Dios Pareja-Obregón y música de Moya. Al igual que en el año anterior, Juan de Dios puso letras a varias sevillanas de este disco de Los romeros, concretamente a cuatro.



Hasta aquí el repaso de las sevillanas antológicas de 1.976. En este año, aunque no ha venido aquí con ninguna sevillana (ya vendrá), grabó su primer disco Ecos de las marismas.


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domingo, octubre 06, 2013

PERSONAJES DE UN BARRIO ( y IV)

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LAUREANO, EL ENANO.- Laureno era uno de esos personajes que llamaban la atención de los niños, ya que a todos nos parecía fascinante aquel hombre con cuerpo de niño.

El caso es que Laureano era empleado del Ayuntamiento de Sevilla, y debería de ser ordenanza o algo similar ya que siempre iba con su correspondiente uniforme transitando las calles de Sevilla arriba y abajo, que es por lo que deduzco que su misión era la de ordenanza.

                          
(En la sevillana Plaza Nueva y en los años 60, solía verse a Laureano cumpliendo con sus recados)


Laureano debía de ser una magnífica persona, ya que tengo en mi memoria haberse parado en alguna ocasión para saludarme cuando iba de la mano de mi madre, por lo que yo debía de ser bastante pequeño; pero de esto deduzco que debía de tener una paciencia infinita, teniendo en cuenta que serían muchos los niños que solicitarían su acercamiento.


EL ZAPATERO CHIMENEA.- Este zapatero, del que no recuerdo muy bien su nombre, aunque estoy casi seguro de que era Manuel, era el zapatero de nuestro barrio. Tenía su zapatería en un hueco de escalera del zaguán de una casa de la calle Galera, y le decían el zapatero chimenea porque era muy alto. Se trataba de un hombre enjuto, de una altura poco común en aquellos tiempos, y era realmente insólito ver como una persona de tanta altura, primero lograba meterse y segundo tenía que trabajar, en un habitáculo en el que casi no cabía.

(En el edificio inmeadiato al de la esquina (ya no existe el antiguo) tenia su zapatería Manuel)


No voy a abundar mucho en los zapateros, ya que les dediqué unas letras en alguno de mis escritos de profesiones y ocupaciones perdidas. Quede este pequeño recordatorio al de mi barrio en concreto.

Edito para decirle a mis lectores que gracias a la maravilla de Internet, he encontrado en Facebook, colgada por Miguel Angel Rivero Rodríguez en la página "Cosas de Sevilla que han desaparecido" una fotografía del zapatero de la calle Galera, el zapatero chimenea, que aquí les dejo.




DON AGAPITO.- Era el dueño del bar Luis en el Paseo Colón, pero también de La Punta del diamante, La marina, la Venta Marcelino y las Siete puertas.

(La punta del diamante se encontraba en la hoy Avenida de la Constitución, esquina a calle Alemanes)


Seguramente usted pensará, por simple asociación de ideas, que este señor, al ser dueño de algunos de los lupanares más famosos de Sevilla en aquellos años era alguien de aspecto patibulario y/o facineroso, pero nada más lejos de la realidad. Don Agapito, que la gran mayoría de noches cenaba en el bar Luis, era un hombre ya anciano, menudito, con gafas de intelectual, que iba siempre impecablemente vestido con un traje negro u oscuro y una pajarita en su cuello, y al que todo el mundo respetaba de la misma forma que él era un hombre de gran educación y formación.

Está claro que viendo a algunos de los elementos que pululan hoy en día en esa profesión, es fácil hacerse una idea equivocada de Don Agapito si no le conoció, pero insisto, nada más lejos de la realidad.

                         



PECHO HIERRO.- Éste hombre era uno de esos personajes que, al igual que cuando escribí sobre Vicente, debía de tener sus facultades mentales algo mermadas. Era pequeño de estatura y creo recordar que la característica más especial de su anatomía era la falta de un ojo que suplía con uno de cristal o similar.

A decir verdad no le conocí mucho, y en todo caso ya no fue en mi infancia sino más bien en mi pubertad y juventud, etapas en las que podía verse por la zona centro, principalmente Avenida José Antonio y similares, siempre de arriba para abajo, probablemente porque era recadero en algún sitio.

El caso es que, como siempre suele ocurrir en estos casos, había personas crueles que por el simple gusto de divertirse al escucharlo, picaban a este hombre de forma que al pasar por su lado le decían “Jierro”, y esto era suficiente para que el hombrecillo montara en cólera soltando mil insultos por su boca a voz en grito, lo cual hacía mucha gracia a muchos de los transeúntes (sic).

Podría extenderme en más personas, y con ello podría dejar reflejado un abanico más amplio de personajes característicos de aquellos años en todos los barrios sevillanos, pero ya no serán personajes tan entrañables para mí, o tan conocidos. Simplemente les dejo a continuación una pequeña pincelada de todos ellos. Algunos eran agradables, otros no tanto, pero aquí va mi recuerdo para todos:

Lola la de los huevos, en la calle Sánchez Barcaiztegui, (creo recordar que era esposa del famoso Guerra, el del bombero torero, y vendía huevos en su casa tal vez porque tenía algún campo con gallinas ponedoras); Jesús, el propietario del Bar Colón en el paseo del mismo nombre; Anselmo Colás, propietario de la tienda de ultramarinos a quien ya me referí en un escrito anterior; Peisa, el de la bodega en la calle Santas Patronas, que destacaba por su gordura; Hipólito, su esposa Ángeles y su hija Trini, que llevaban el quiosco de prensa de calle Julio César, todavía existente hoy en día; Isidoro, cuyo verdadero nombre era Heliodoro, portero del edificio de calle Marqués de Paradas-Reyes Católicos-Trastamara, todavía en pie; Dieta, el droguero de calle Reyes Católicos; Angelito, el chaval aprendiz en Auto Recambios Segura, que tanto vendía detrás del mostrador como cogía su bicicleta para repartir piezas; Antonio el latero, que tenía una latería en la calle Segura y que aliviaba las cuitas de los vecinos componiendo baños y palanganas y soldando tuberías agujereadas; Alfonso, propietario de una espartería en la calle Reyes Católicos; Natalio y Pepe, dos encargado buena gente del Bar Luis en el paseo de Colón...

...En fin, gente normal y corriente que formaron parte de mi infancia y que a buen seguro tenían su contrapartida en el resto de barrios sevillanos; y usted querido lector, también recordará a los suyos. Al menos yo, espero haber avivado sus recuerdos con estos escritos.




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miércoles, octubre 02, 2013

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Sólo unas letras para rendir homenaje a otro de los grandes que nos ha dejado hace unos días



El poeta del amor, como fue conocido Rafael del Estad ya no está entre nosotros. Le deseamos un eterno descanso en paz. Nació en la cuna de los flamencos y llevó el duende en las manos y en todo su cuerpo. 

Llevó a gala su tierra, como dijo en esta sevillana que os dejo y estoy seguro de que allá en la gloria, junto con otros sevillanos, podrá seguir llevando a gala su nacimiento.




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